Málaga está de luto. Hemos despedido al “Hijo Predilecto” de esta ciudad: el gran Chiquito de la Calzada, que nos abandonó a sus 85 años. Desde la iglesia de San Pablo de la Trinidad, toda su familia, amigos y seguidores del humorista decían adiós el pasado 11 de noviembre de 2017 al artista malagueño.

La Calzada de la Trinidad fue el lugar que lo vio crecer y el mismo que dio nombre al apodo por el que todos hemos conocido a Gregorio Esteban Sánchez, Chiquito de la Calzada. Desde pequeño derrochaba todo su arte y alegría en los bares malagueños con el cante flamenco y su humor incesante. Le dolía despedirse de su tierra cuando se iba a Japón con la bailaora flamenca “Mariquilla”, a cantar cada uno de sus bailes y “a buscarse la vida”.

 “El Dalí del humor” o “el Picasso de los chistes” son algunos de los apodos con los que sus compañeros de profesión lo calificaban. Y es que este artista era único y se encargó de inventar una nueva forma de hacer humor, tanto que se convirtió en creador de un estilo único e inconfundible.

El enorme diccionario del gran Chiquito nos ha dejado todo un repertorio de palabras y expresiones ya conocidas por todos: “fistro pecadorr”, “jarl” o “no puedor”. Una forma revolucionaria de contar chistes y hacer reír a la gente que marcó la manera de hablar de toda una generación que se divertía imitando al más grande.

Bajo el lema “el humor es amor” recordaban todos sus seres queridos al “pecador de la pradera”, quien ha aportado una luz especial a la Costa del Sol. Una luz que comenzó a apagarse cuando perdió al amor de su vida, Pepita, con la que compartió 50 años de su vida. Ahora, en el cementerio de San Gabriel descansa en paz junto a ella.

Málaga supo reconocer el arte de Chiquito y, además de poner su nombre a un parque de la ciudad, decidió nombrarlo “Hijo Predilecto de Málaga” el pasado año. “Estoy agradecido de que Málaga se haya acordado de mí. Este reconocimiento no se me olvidará en la vida. No tengo palabras para reconocer este gesto”. Así de agradecido y orgulloso de nuestra tierra se mostraba Chiquito cuando recibió, de manos del presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendolo, la distinción.

Así se despedía Chiquito de este gran momento y así queremos recordarlo hoy, derrochando todo el amor por su tierra a ritmo de fandango:

“Viva Málaga la bella- rincón de la alegría- que si a prueba me pusieran- por ella la vida daría.”