Hoy, 30 de enero, estamos a un día de comenzar nuevo mes. El primero del año se ha ido sin, apenas, darnos cuenta. Hoy se celebra un día especial, es el día de la paz pero también una fecha muy buena para los más golosos, para los amantes de la buena repostería. Hoy es el día del croissant. Ese dulce de hojaldre y mantequilla, típico francés que hemos añadido a nuestra dieta y lo hemos hecho propio. Te contamos todas las curiosidades de esta celebración y te dejamos una receta que con la que no te vas a poder resistir. ¡Continúa leyendo!

Día del croissant

Aunque se piensa que es un dulce típico francés, realmente el croissant es un alimento originario de Viena. Se elabora con tres ingredientes de lo más sencillos pero que juntos hacen un tándem perfecto.

En cuanto a la creación del mismo, se han contado muchas historias pero la historia que más convence es la de que fue un invento de los panaderos vieneses como una manera de celebrar el triunfo ante el ataque del imperio Otomano. Gracias a la pericia y el pronto aviso de los panaderos, que trabajaban durante la noche, la población y el ejército pudo defenderse del ataque. El gremio pastelero creó el croissant con forma de media luna que era el emblema utilizado por el imperio Otomano.

Se trata de un alimento de lo más especial y que cuenta con una sabor y una textura riquísimos para el paladar. El croissant, como otras bollerías, cuenta con productos altos en calorías como el azúcar pero es un placer para todo el que lo prueba. Tomar uno, dulce o salado, de vez en cuanto no hace sentirnos mejor.

Receta de croissant

Ingredientes

Para la levadura

• 250 gr de harina de fuerza o de panadería
• 75 gr de levadura fresca
• 125 ml de agua

Para la masa

• 750 gr de harina de fuerza o de panadería
• 50 gr de azúcar
• 450 gr de mantequilla
• 30 gr de sal
• Agua

Modo de elaboración

En primer lugar, pon la harina sobre la mesa en forma de volcán, dejando hueco en el centro. Coloca en el agujero 50 gr de mantequilla, azúcar y sal y ve incorporando el agua poco a poco hasta que se forme una masa blandita. Amasa unos 10 minutos y cuando esté elástica añade la levadura y sigue amasando. Deja reposar la masa otros 10 minutos, coloca la mantequilla sobre el papel de hornear y tápala con otro papel de hornear. Aplasta la mantequilla y únela con la masa de forma que quede una lámina alargada en la que la masa y la mantequilla se vayan integrando. Haz este proceso varias veces más y ve doblando la masa hacia un lado y hacia otro.

Divide la masa en dos mitades con ayuda de un cuchillo y corta en triángulos de unos 8 cm de base, haz un pequeño corte en el centro de la base de cada triángulo y enróllalos desde la base hasta la punta.

Una vez estén hecho, colócalos en una bandeja de horno y dobla los extremos hacia el centro, como en forma de media luna. Déjalos reposar y píntalos con huevo. Hornea a 225ºC entre 10-15 minutos.

Listos y perfectos para comerlos solos o rellenarlos como quieras. Vente a Plaza Mayor a por todos los ingredientes y celebra el día del croissant.