Olvida los prejuicios y regala de verdad
¿Otra Navidad y más de lo mismo?
La Navidad puede seguir siendo una manta más para la abuela, un vino para la vecina y una muñeca para la sobrina, siempre y cuando sean los regalos perfectos.
Piensa realmente en quién lo recibirá. Transforma el acto de ofrecer regalos en una experiencia de empatía, atención y amor, con un impacto real en cada persona a la que decides ofrecer algo. En el presente y en el futuro.